-Esto que voy a hacer, me duele más a mí que a vos -decía el Padre y se quitaba el cinto cada vez que quería propinarle una paliza correctora.
-Esto me duele más a mí que a vos -dice el Hijo, veinte años después, mientras sostiene la picana eléctrica ante los ojos aterrorizados del prisionero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario